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Día de Muertos en Puebla

Una de las tradiciones más importantes en México es la celebración de Día de Muertos que se festeja los días 1 y 2 de noviembre de cada año. De acuerdo con el calendario católico, el primero de noviembre se celebra el día de «Todos los Santos», dedicado a los pequeños y pequeñas que han fallecido, mientras que el segundo de noviembre corresponde a «Los Fieles Difuntos», es decir, a los adultos.

Muy cerca de la ciudad de Puebla, existe una población indígena ubicada cerca del volcán Popocatépetl en donde la celebración a los muertos conlleva una serie de rituales con gran significado, aquí siempre huele a incienso, y cada familia está obligada a montar una ofrenda monumental de tres o más pisos para unir al cielo con la tierra.

Huaquechula y El Día de Muertos

¿Estarás pensando a donde escaparte para celebrar el Día de Muertos cerca de la ciudad capital de Puebla? ¡No hay mejor destino que Huaquechula! Aunque en este lugar las tradiciones son muy locales, gente de toda la república mexicana acude a admirar las enormes ofrendas abiertas para todo aquel que quiera brindar respeto a los difuntos.

Las casas de los habitantes de este sitio se abren para celebrar a los muertos y recibir a los vivos. Es costumbre que los visitantes se presenten a los hogares con una cera que se coloca al pie del altar, hagan una breve reflexión respetuosa y eleven una plegaria por el difunto o la difunta.

Los dueños de las casas son unos verdaderos anfitriones pues invitan a la gente a «echarse un taquito», se estilan el mole y los frijolitos caldosos acompañados de pan blanco y champurrado o chocolate. En ocasiones también se cocinan tamales de arroz y algún guiso con carne de puerco dependiendo de las posibilidades económicas de los locales.

Además de la belleza del pueblo, los inmensos altares son sin duda, el mayor atractivo de Huaquechula, estos están constituidos generalmente por 3 niveles:

  1. En el primer nivel, se representa al mundo terrenal. Aquí se ubica la foto del familiar fallecido reflejada en un espejo, por lo que solo es posible apreciar su rostro de manera indirecta. (Para algunos lugareños, el espejo simboliza la entrada al inframundo o «más allá».
  2. El segundo nivel representa al cielo. En este nivel es posible apreciar a la Virgen María y algunos angelitos. La tela utilizada suele ser de satín blanco y está dispuesta en forma de pliegues que semejan nubes.
  3. El último nivel y no menos importante, simboliza la cúspide celestial. La presencia invariable de un crucifijo que preside desde lo alto de toda la estructura le da una belleza y un significado especial al altar.

En Presidente InterContinental Puebla, estaremos muy contentos de recibirlos con los brazos abiertos en estas fechas tan significativas; nuestro Concierge estará en todo momento a su disposición para hacerles las mejores recomendaciones durante su viaje a nuestra hermosa Ciudad de los Ángeles.